Un saludo especial para todos y para todas.
El marco del primer
“Encuentro territorial sobre la verdad indígena de la Amazonía” quiero que
cerremos los ojos un momento y abramos el corazón, para rendir un especial
reconocimiento y homenaje a los miles de sabedores, sabedoras, líderes y
lideresas que han regresado al origen, a causa de la colonización, la
caucharía, la discriminación, el conflicto armado interno y ahora último, por
este virus invisible y poderoso llamado la COVID-19. Nos quedan sus risas y sus
recuerdos, así como sus consejos y sus luchas por un mejor vivir, que son el
aliento fresco y espiritual para seguir haciendo “Amanecer la Palabra”.
Los 64 pueblos amazónicos, sobrevivientes a las violencias
antiguas y recientes; a las enfermedades pasadas y presentes, nos debemos a
ellos; a sus luchas y a sus sueños; nos quedan sus sabios consejos y el camino
recorrido y la responsabilidad por seguir construyendo un mundo más sensible,
más vivible y más incluyente.
Los Iyaima de la comunidad Piinemuna de Puerto Arica
(Amazonas), a raíz de la muerte de mi hermano Camilo Suarez, nos orientan con estas palabras de aliento: "
(…) físicamente no lo vemos, pero sus palabras y su espiritualidad están con
nosotros y seguirán estando porque son Palabra de Vida que no muere".
Hace algunos nos dejó otro hermano de luchas y de sueños
compartidos: Robinson Lopez Descanse.
Un hacedor de imposibles. Inició el camino y nos dejó la tarea de seguir
protegiendo los derechos a la madre tierra, a la participación política de las
víctimas en el Congreso y la protección de los pueblos en aislamiento
voluntario y de contacto inicial.
Abramos los ojos y mantengamos el corazón abierto por
nuestros muertos, que serán semilla de vida y horizonte para nosotras y para
las nuevas generaciones.
Termino estas palabras con un consejo del abuelo Raúl Yucuna,
a propósito de la muerte por COVID 19 de tres abuelos de una misma familia
Bora- Muinane.
"Se fueron,
Pero dejaron rastros;
Se fueron cantando,
Pero dejaron el eco;
Gritaban y regañaban,
Pero dejaron sus enseñanzas;
¡Están allá escuchándonos!
No están muertos. Están allá y desde allá nos seguirán
iluminando para que la palabra de vida no muera. Esa palabra ahora está con sus
niet@s.."
Patricia Suarez -Pueblo Murui (Agosto 2020)