EL, HECHO GIGANTE. (Una historia de foto.)
Aquí estoy levantando este cielo, agarrado como una gran araña, esperando que alguien me encuentre, para que cuente mi historia y llene su blanco papel con letras de colores.
Aquí estoy levantando este cielo, agarrado como una gran araña, esperando que alguien me encuentre, para que cuente mi historia y llene su blanco papel con letras de colores.
Nací aquí en la que en
tiempos de la Bella Benicia se llamaba 'La Montañita'. Aun hoy, a pesar de 'la
civilización', se respira aire fresco y los árboles se mueven según el baile
que le encanta al viento. No es el mismo aire, ni el mismo páramo, ni se siente
el 'glacial frio' de antes, sin embargo, a mi alrededor aún se pueden ven arboles de varios coloros y sabores: mayos, romerillos, palmas, amarillos, jiguas y motilones, al igual que diversos
pájaros multicolores que trinan cada amanecer y cada atardecer; ya no hay
tantos como en aquella época 'salvaje' de ayer, cuando los paletones 'riales'
picoteaban, las charcharas
gritaban, los loros arrullaban y los kindes silbaban.
Desde este lugar
privilegiado de la naturaleza el paisaje es hermoso. Una pintura nueva nace cada
instante. Desde esta altura (3000 msnm) puedo divisar a lo lejos a todos los
seres sagrados vigilantes que se quedaron en esta dimensión: al Galeras
fumando, al Cumbal y al Azufrar chupándose un helado interminable, al Doña Juana,
al Bolívar, al Petacas, al Cerro Gordo. Abajo y sobre un fondo verde-multicolor-
las nubes blancas se posan como algodones sobre la gran cordillera occidental;
ahí, cada tarde, viaja y baja el padre sol a refrescarse, bien en el rio Patía
o en el océano Pacifico, según el movimiento estacionario del universo. Ese sol, todas las mañanas, lo veo salir por el oriente, fresquito, luego de pasar
la noche escondido debajo de la tierra; recordándonos -a los dormidos habitantes- que vivimos
en un mundo circular: de luz y oscuridad; de noche y día; de vida y muerte.
La gente ya no camina
mucho por acá. El camino 'rial' por donde alguna vez pasó Simón Bolívar rumbo a
Quito y más allá, ya no existe, solo queda la gran senda de caminos andados y
desandados 'como chambas' olvidadas en el tiempo; la gente ahora anda en moto,
en carro o en avión; ¿anda veloz, queriéndose robar unos minutos al tiempo, o
tal vez segundos?; para dónde irán?; cuál será su prisa?.
Yo aquí espero la
muerte diaria sin torcerme, sosteniendo a este cielo y a este Universo que cada
día le nacen más lunas, soles y estrellas (que tal vez ya no existan). ¡Cada vez más fugaces claro!! y menos vistas!
Los humanos civilizados,
como se sabe, han perdido la capacidad vital de ver y de sentir como lo hacían nuestros ancestros.
¡Aquí estoy y aquí me
quedo, esperando que alguien me venga a ver... los con VIDO...no sean malitos, sí!!
Si no les gusto, hay más cosas hermosas -por este sur- para ver, sentir, oir ...
EL, HECHO
GIGANTE. (Una historia de
foto.)
Bella
Benicia, Macizo colombiano
Almaguer,
Cauca, Colombia
Nelson
Mamián
Octubre 4
del 2010 / 1 B'aatz' /
B'AATZ'= el
tiempo desenrollado, la evolución y la vida humana. La clave: buscar respuestas
en el tiempo y en el espacio
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