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domingo, 22 de abril de 2012

A la Bella Benicia

Nelson Mamian ( extractos)
Panajachel, 2006


 Mi mamá era una mujer muy alegre a quien le gustaba vivir la vida a su manera y se carcajiaba poniéndole apodos a todo el mundo: el pateduende, el frenteburro.

Muy católica era, a escondidas de mi padre le daba limosna a la "Virgen de Caquiona" cuando hacia sus breves recorridos por estas quebradas y altas tierras andinas. Aunque era mestiza y con ojos claros, le gustaba, de vez en cuando mambiar coca, la cual se compraba por libras en el mercado de Almaguer (cuando Colombia aún no entraba a la era de los cultivos ilícitos). Como los naturales primeros de acá, la mezclaba mordiendo una bola de cal –se le dice mambe-, produciendo esa perfecta combinación química que alimenta el espíritu y ahuyenta el hambre, generando -para sí- la vital energía para trabajar (de todo) en este su pequeño mundo verde: apartar los terneros, ordeñar las vacas, fabricar el queso, barrer la casa, hacer la comida y llevarla a los piones (trabajadores).

Todos los sábados se iba a caballo a los pueblos cercanos de La Vega [1] o Almaguer (Cauca)– a dos horas de camino de la casa-. Ahí vendía los quesos que ella misma producía de manera manual, envueltos en las hojas de sachapanga que nosotros buscábamos en la montaña o en la quebrada del "Agueloro" (Agua del Oro). No hay felicidad más grande que verla bajar o subir por los caminos rudos encima del castaño -su querido y más manso caballo-[2]; pero más lindo era explorar los costales de fique descargados en el patio e ir descubriendo las maravillas que salían de ahí o de una talega blanca mágica, en los que se entremezclan todos los olores y sabores de otro mundo, entre dulces, salados y ácidos. (...)

La Bella Benicia no se quedaba en un solo lugar, se movía al son que le bailaban sus queridos animales nómadas; unas veces en tierra templada y otras en tierra fría; en la Finagustina o en el Llano, o en el Alto del Mono o, en una pequeña parcela que le compraron a José Miter y José Heraclio en la montaña que se llama La Cuchilla, que lindaba con el resguardo indígena de Pancitará. Solo mi papá y su perro “Guardían” la acompañaba; nosotros la íbamos a ver de vez en cuando. Tengo un vago recuerdo de la risa y los besos con los que no recibía.

 La casa donde vivía y que llamamos La Cuchilla, esta cerca del cielo, a 3000 metros sobre el nivel del mar. Se ubica en una cruz de caminos que conducían a todas partes, de ese universo chiquito de por aquí: a la Vega y Cali; al Tachuelo por los caminos del Patía; a Almaguer y Quito; y, también a Pancitará en el camino Rial que va para San Agustín en el departamento del Huila. La Cuchilla esta ubicada en tierra alta y fría, en la montaña junto a nuestra “pequeña selva”; justo donde pasaba la vía que caminó el Libertador Simón Bolivar rumbo a "independizar" el sur y donde ahora pasa la carretera que viene y va para Almaguer. Esa zona esta abrazada por las cordilleras que nos dejan ver en los más alto la inmensidad de todos los abuelos sagrados y volcanes del sur: el Cerro Gordo, el Bolivar, el Galeras, El Paletará, El Doña Juana, y más allá el Cumbal, el Chiles y el Azufral.

Por esa tierra fría y verde, con flores amarillas, pasaba Daniel Chamizo o “el correo” y todos los peregrinos que migraban hacia sus casas, hacia sus fincas o hacia nuevos destinos. Venían de parte fría o de parte caliente. Muchos viajeros cansados del viaje y del largo caminar se acercaban a la casa de la BB a pedirle posada, cuando la noche se acercaba a su oscuridad más grande o a alimentarse con café o comida, a cambio de los productos que llevaban en sus espaldas: panela, plátanos naranjas o cebolla, papa; en fin, cumplir con el eterna costumbre de  hacer trueque con los productos que nacen en clima caliente y en clima frio.

Nos gustaba ir a La Cuchilla a intentar matar pavas en la montaña, hasta antes de que mi papá nos lo prohibiera para siempre. Desde ahí se podía observar, en lo más alto del cielo azul, el paso de las gaviotas migrantes y muchas aves de colores extraños ya casi extintas: el paletón rial, el kinde de cola larga, las brujitas …..


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